jueves, 11 de agosto de 2011

"El baño de Lucas"

Valor de Responsabilidad
Objetivo: Fomentar en los niños la responsabilidad de  la limpieza  corporal y de sus actos.  
Representación teatral de un caso:
    1. Los alumnos revisarán el guion que  luego representaran
2. Diseñar y situar  la escenografía que los alumnos crearon.
Desarrollo
1.    Se realiza la presentación.
2.    Realice cuatro equipos para que los niños analicen las preguntas.
a.      ¿Cada cuando nos tenemos que bañar?
b.    ¿Te deben obligar a que te bañes?¿De quién es la responsabilidad de que te bañes?
c.      ¿Qué decisiones debemos tomar para seguir limpios?
d.      ¿Cuáles son las cosas que se hacen, que no son limpias?
Después del primer corte de la obra se cuestiona de manera grupal.
a)    ¿Qué pasa con Lucas?
b)    Escribe ¿Tú qué harías?
3.     Cada equipo expone sus conclusiones.

 "El baño de Lucas"



 

¿En verdad me conoces?

Objetivo: Que los alumnos y sus padres convivan en un ambiente afectuoso, que se conozcan unos a otros y que los padres reflexionen de sus aciertos y errores hacia sus hijos.
Actividad para alumnos:
Carta a mis padres
1.    Proporcione una hoja de maquina a cada alumno.
2.    Pida que realicen una carta anónima  a sus padres, expresando sus sentimientos hacia ellos.
3.    Anote un número al reverso de la carta y realice una lista donde establezca el nombre del alumno y el número de su carta.
4.    Coloque las cartas en un tendedero de manera que se aprecie el contenido de cada una.
Actividad para padres de familia:
Cuento “Quisiera ser un televisor”
1.    Presentación con los padres de familia.
2.    Lea el cuento “Quisiera ser un televisor”.
3.    Pida opiniones a los padres acerca  del cuento.
4.    Comente a los padres de familia acerca de la carta anónima que elaboraron sus hijos.
5.    Pida que pasen al tendedero y tomen la carta que consideren que realizo su hijo(a), sin leer el contenido.
6.    De acuerdo al control que tiene de las cartas, verifique que cada padre tenga la correcta, en caso de tenerla equivocada, el padre entregara a quien corresponda.
7.    Comente con los padres el objetivo de la actividad y leer en voz alta el texto.
8.    A cada padre se le da el texto” Quisiera ser un televisor”  para que la analicen de acuerdo a su contexto que vive
9.    Compartir en plenaria.
 “Quisiera ser un televisor”

Quisiera ser un televisor. Me gustaría  ocupar su lugar para poder vivir lo que vive un televisor en mi casa:
Tener un cuarto especial para mí. Congregar a todos los miembros de la familia a mi alrededor; ser el centro de atención, que todos quieren escuchar, sin ser interrumpido no cuestionado; que me tomen en serio cuando hablo.
Sentir el cuidado especial e inmediato que recibe la televisión cando algo no le funciona.
Tener la compañía de mi papa cuando llega a casa, aunque venga cansado del trabajo.
Que mi mama me busque cuando está sola y aburrida, en lugar de ignorarme. Que mis hermanos se peleen por estar conmigo. Divertirlos a todos aunque a veces no les diga nada. Vivir la sensación de que lo dejen todo por pasar unos momentos a mi lado.
No es mucho, solo que vive cualquier televisor todos los días.

Valor del Amor

Objetivo: Que los niños descubran que para amar o ser amado, no necesariamente tiene que ser como nosotros o de nuestra familia, sino se da y se recibe de cualquier persona.
“Choco”
  1. Siente a los niños en media luna.
  2. Cuente el libro con ayuda del kami shibae.
  3. Oriente al niño a realizar una reflexión por medio de las siguientes preguntas:
    1. ¿Cuál es el valor principal que se lleva a cabo en el cuento?
    2. ¿Cómo lo pones en práctica?
    3. ¿Qué enseñanza te dejo el cuento?
  4. Dé un tiempo para que los niños realicen  acuerdos sobre acciones que se relacionan con la lectura y que conlleva mejorar la convivencia en la familia, casa, escuela  y la comunidad.
  5. Invite a algún niño que pase de manera voluntaria y comparta su opinión ante el grupo.

CHOCO



Choco era un pájaro muy pequeño que vivía a solas. Tenía muchas ganas de conseguir una mamá, pero ¿Quién podría serlo?

Un día decidió ir a buscar una. Primero se encontró con la señora jirafa.
-¡Señora jirafa! – dijo-. ¡Usted es amarilla como yo! ¿Es usted mi mamá?
-Lo siento- suspiró la señora jirafa-. Pero yo no tengo alas como tú.
Choco se encontró después con la señora pingüino.

-¡Señora pingüino! –exclamó-. ¡Usted tiene alas como yo! ¿Será que usted es mi mamá?  -Lo siento- suspiró la señora Pingüino-. Pero mis mejillas no son grandes y redondas como las tuyas.





Choco se encontró después con la señora Morsa.
-¡Señora Morsa! – exclamó-. Sus mejillas son grandes y redondas como las mías.
¿Es usted mi mamá?
-¡Mira! – Gruñó la señora Morsa-. Mis pies no tienen rayas como los tuyos, así que, ¡no me molestes!

Choco buscó por todas partes, pero no pudo encontrar una madre que se le pareciera.
Cuando Choco vio a la señora Oso recogiendo manzanas, supo que ella no podía ser su madre. No había ningún parecido entre él y la señora Oso.
Choco se sintió tan triste, que empezó a llorar
-¡Mamá, mamá! ¡Necesito una mamá!
La señora Oso se acercó corriendo para averiguar qué le estaba pasando. Después de haber escuchado lo historia de Choco, suspiró:

--¿En qué reconocerías a tu madre?
-¡Ay! Estoy seguro de que ella me abrazaría- dijo Choco entre sollozos.
-¡Así?- preguntó la señora Oso. Y lo abrazó con mucha fuerza


-Sí… y estoy seguro de que también me besaría – dijo Choco.
-¿Así? –pregunto la señora Oso, y alzándolo le dio un beso muy largo.
-Sí… y estoy seguro de que me cantaría una canción y de que me alegraría el día.
-¡Así? – preguntó la señora  Oso. Y entonces cantaron y bailaron.


 
Después de descansar un rato, la señora Oso le dijo a Choco:
-Choco, tal vez yo podría ser tu madre.

-¿Tú? – preguntó Choco.
-Pero si tú no eres amarilla. Además no tienes alas, ni mejillas grandes y redondas. ¡Tus pies tampoco son como los míos!
-¡Qué barbaridad! – dijo la señora Oso- ¡Me imagino lo graciosa que me vería!

A Choco también le pareció que se vería muy graciosa.

-Bueno- dijo la señora Oso-, mis hijos me están esperando en casa. Te invito a comer un pedazo de pastel de manzana. ¿Quieres venir?
La idea de comer pastel de manzana le pareció excelente a Choco.

Tan pronto como llegaron, los hijos de la señora Oso salieron a recibirlos. 
-Choco, te presento a Hipo, a Coco y a Chanchi. Yo soy su madre.
El olor agradable a pastel de manzana y el dulce sonido de las risas llenaron la casa de la señora Oso.
Después de aquella pequeña fiesta, la señora Oso abrazó, y Choco se sintió muy feliz de que su madre fuera tal y como era.








Para Reflexionar

Nick es ejemplo de voluntad, perseverancia, ganas de vivir, un ejemplo de superacion en medio de circunstancias adversas. 

 El Reto no esta en ser mejor que los demas, el reto es superarse a uno mismo cada dia!!




Júzgame por las huellas que dejo..





La mamá mas mala del mundo...




Antes de ser mamá...







Pápá no me pegues...


La violencia genera violencia.




Cuando yo ya no pueda...





La otra mujer....




La isla de los sentimientos....






La maestra....


jueves, 4 de agosto de 2011

La Familia Cerda

 La Familia Cerda

Objetivo: Que los alumnos identifiquen acciones que pueden ayudar a realizar en familia para una corresponsabilidad.
 Desarrollo: 
1.    Cuestionar al grupo sobre la portada ¿te gusta o te disgusta  la imagen que ves ahí?, ¿alguna vez has estado en algún lugar de la imagen?
2.    Leer el cuento “El Libro de los Cerdos” de manera interactiva
3.    ¿Conocen alguna situación que se parezca a la anterior?
4.    ¿Qué debemos hacer para colaborar en casa?
5.    Registra un cuadro de 3 obligaciones a realizar para contribuir con tu familia.



 La Familia Cerda






El señor de la Cerda vivía con sus dos hijos, Juan y Simón, en una casa bonita con un bonito jardín y un bonito coche en una bonita cochera. En la casa estaba su esposa.




“Apúrate con el desayuno, querida”, le gritaba todas las mañanas antes de irse a su muy importante trabajo.





“Apúrate con el desayuno, mama”, gritaban Juan y Simón antes de irse a su importantísima escuela.





Ya que se iban.

 La señora de la Cerda lavaba los platos del desayuno, tendía las camas y   aspiraba.                         
y se iba a trabajar.



“Apúrate con la comida, mama”, gritaban los    niños  todas las tardes, cuando regresaban a casa de su importantísima escuela.




“Vieja, apúrate con la comida”, gritaba el señor De la Cerda todas las tardes, cuando regresaba de su muy importante trabajo.

Tan pronto acababan de comer.
La señor de la Cerda lavaba los platos, la ropa.. planchaba.. y guisaba de nuevo


Una tarde, cuando los muchachos regresaron a casa no hubo nadie que los recibiera.
“¿Dónde está mamá?”, pregunto el señor de la Cerda cuando regresó a casa.



No la encontraron por ninguna parte. Solo en la mesa encontraron un sobre. El señor de la Cerda lo abrió. Adentro había una hoja de papel.




           “Y ahora, ¿Qué vamos hacer?”, dijo el señor de la Cerda. Tuvieron que prepararse comida. Tardaron horas y les quedo                     horrible.

 A la mañana siguiente tuvieron que prepararse su desayuno. Tardaron horas y les quedó horrible. Al día siguiente y a la noche siguiente y al otro día la señora De la Cerda tampoco estuvo en casa. El señor De la Cerda, Juan y Simón trataron de arreglárselas solos. Nunca lavaron los platos. Nunca lavaron su ropa. Muy pronto la casa parecía un chiquero.


“¿Cuándo regresará mamá?”, gimotearon los niños después de      otra horrorosa comida.
“¿Cómo voy a saberlo?”, gruñó el señor De la Cerda.


Los tres se fueron haciendo más y más gruñones. Una noche no hubo ya nada para cocinar.


Y en ese preciso momento entró la señora De la Cerda.     


          “P-O-R F-A-V-O-R regresa”, gimieron todos.



 
                  La señora de la Cerda se quedó.
 


Desde entonces, el señor De la Cerda lava los platos.


                                   Juan y Simón tienden sus camas,

                                 .

El señor de la Cerda plancha






Todos ayudan a cocinar.
                                                          




  ¡Hasta se divierten!


Mamá también está feliz…                           
                                                     
                                                           y aveces compone el coche.